viernes, 27 de febrero de 2009

AMARÁS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS


Los mandamientos más importantes que ha recibido el ser humano son dos: el primero. amar a Dios con todo tu corazón. con toda tu alma. con toda tu mente y con todas tus fuerzas; y el segundo. amar al prójimo como a ti mismo. Si cumples estos mandamientos. cada cosa acontecerá con genuina naturalidad y de la forma adecuada. No basta con ser un estricto moralista: las piedras y las cabras nunca transgreden las leyes morales y. sin embargo. no conocen a Dios. Pero cuando ames a Dios con la suficiente profundidad. te transformarás y serás redimido. aunque seas el mayor de los pecadores. La gran santa Mirabai solía decir: «Para encontrar a Dios. lo único indispensable es el amor». Esta verdad me conmovió profundamente.
Todos los profetas observan estos dos mandamientos esenciales. Amar a Dios con todo tu corazón significa amarle con el amor que sientes por la persona más querida: con el amor de la madre o del padre por su hijo, o con el amor que se profesan los amantes. Ofrécele a Dios esta' clase de amor incondicional. Amar a Dios con toda tu alma significa que puedes verdaderamente amarle, cuando -por medio de la meditación" profunda- te reconoces como un alma, un hijo de Dios, hecho a su imagen y semejanza. Amar a Dios con toda tu mente significa que cuando estás orando, toda tu atención está puesta en Él, sin que la distraigan los pensamientos inquietos. Durante la meditación, piensa sólo en Dios; no dejes que tu mente se fije en otra cosa que no sea Dios.
Amar a Dios no es, Precisamente, sentir cariño sensible hacia Èl. como lo sentimos hacia nuestros padres; porque a Dios no se le ve y a las personas a quienes no se ve es dificil tenerles cariño ; Dios no obliga a eso, pues no esta en nuestras manosAunque hay personas que llegan a sentirlo, con la gracia de Dios.

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